La autoimagen, la forma en que te percibes a ti mismo y tu opinión sobre quién y cómo eres; es una de las claves de la personalidad y de la conducta humana. Quien cambie la autoimagen, transformará también su estilo y proceder. Pero hay más aún. El auto concepto determina y fija las fronteras de la consecución individual; muchas veces define al individuo lo que éste puede y lo que no puede hacer. Define su zona de lo “posible”.

En este sentido, como médica y cirujana, me considero un recurso a través del cual mis pacientes acceden a acortar la brecha entre lo que sienten y cómo desean sentirse. Mi concepto de belleza propone lograr la mayor armonía posible entre las diferentes partes del cuerpo, entre el rostro y el cuerpo, también entre la anatomía y la psicología, entre el cuerpo y el alma.

Gestiono con profesionalidad y compromiso los pedidos de mis pacientes, entendiendo que luego de la consulta, ambos emprenderemos un camino de cambio. Apuesto por un resultado de excelencia, no como un fin en sí mismo, sino como un medio para un renovación integral. Concibo que la modificación de las formas no se limita a la superficie de la piel, la belleza también implica un requisito interior. Comprendo que la persona que asiste a la consulta médica, lo hace movilizado por una incomodidad que ya no puede ser sostenida, buscando una orientación en su proceso de liberarse de dicho pendiente consigo misma. Mi satisfacción se basa en formar parte del proceso de cambio de alguien más que acude a mi persona.

Conozco a mis pacientes a través de una consulta inicial, historia clínica y examen físico focalizado en su motivo de interés. Generando el ámbito propicio para que puedan sentirse seguros al compartir sus inquietudes. Reconozco qué es lo que verdaderamente solicitan quienes acuden a mi y procuro construir una relación médico-paciente sólida, y de estrecha comunicación. Dispongo, además, de un equipo médico multidisciplinario para optimizar las condiciones prequirurgicas de mis pacientes.
A partir de ese punto, puedo realizar una indicación certera en cuanto a diagnóstico, técnicas a utilizar, procedimientos alternativos, confección de un plan médico y plan quirúrgico personalizado. Tengo certeza que mis pacientes pueden transitar estos procedimientos, tanto cosméticos y/o reconstructivos, como una experiencia agradable que los impulse a permanecer en la travesía de reencontrarse con quien están dispuestos a ser hoy.